14 mar 2013

Caminante, si hay camino.

Todos tenemos un camino definido, un camino de vida. Es fácil y sencillo seguir este camino, lo que es complicado es saber dejar huella, dar tan fuerte cada paso que ni la mayor de las tormentas pueda destruirla.
Cada camino se ve cruzado por otros caminos, aquellos de las personas que pasaran por tu vida y estarán allí, presentes, para ayudarte a levantar, lo triste de todos los caminos es que sólo se cruzan en un punto, en un momento, ya que todos los csminos son rectos, pasarán, nos marcarán o no nunca se volverán a cruzar.
Pero hay algo positivo en la intersección de otros caminos, y es que podemos decidir unirnos a uno, seguir su camino, abandonar el nuestro, y con él nuestro destino. A veces los que se cruzan dejan piedras en nuestro camino, o construyen murallas y nos es imposible continuar por ahí.
Lo malo de todo esto es que el camino que más se parece al tuyo, la vida más parecida, siempre anda paralelo a ti y nunca lo podrás encontrar, ya que cuando cambias de camino, cambias de vida y destino.