Al día siguiente volvía todo a comenzar, sus mariposas revoloteaban en su estomago, cada vez que el se acercaba sus piernas temblaban, su corazón se agitaba como si quisiese escapar de su pecho, pero no podía decir nada, no le salía la voz. Y volvía a contestar con la misma respuesta de siempre a la pregunta de la sabia agenda.
Hasta que un día ella se rindió, estaba harta ya de que siempre le pase lo mismo, de seguir siendo una más del montón, ella intento dejar de pensar en su amor, o por lo menos dejarlo de intentar, puesto que no conseguía nada. Ese día abrió la agenda como cada día, leyó la pregunta: ¿Qué planes tienes para mañana? y contestó: YO, yo soy mi plan.
Al día siguiente despertó valiente, fuerte y segura, ese día se arregló, ese día fue su día, ese día ella sería la protagonista, se amo como nunca, nada le importó más que ella, pudo prestar atención en clase, sus estudios lo primero, y se cruzó con él, seguía sintiendo amor, pero ese día se amaba más a ella que a nadie. Ese día, por primera vez la gente se fijó en ella y él se acercó, y habló con ella, le atrajo su amor propio, su seguridad y su fuerza... Ese día una nueva vida empezó.