La distancia no impide que te quiera

Y aunque no lo diga te quiero, no me lo preguntes, lo intento demostrar pero no sé como... debes saber que lo hago con todas mis fuerzas, que cada día estás en mi cabeza y quiero que estés a mi lado, que me abraces, que me des consejos, quiero ayudarte, no quiero verte mal, me duele no poder estar allí a tu lado abrazándote cuando lo necesitas, ayudándote a ver que el mundo no es tan malo.

No sé como hacerte entender que te quiero, con todas mis fuerzas, aunque te creas un monstruo, aunque pienses que nadie lo hace aquí estoy yo... yo soy alguien.
Deseo que estés a mi lado compartir momentos contigo, risas, anécdotas, discutir día a día por cualquier tontería, ponerte motes que solo nosotros entendamos.Lo único que me queda para verte es skype, estás lejos y nada nos impedirá vernos.
Sabes que te quiero y sabes que te necesito... No lo olvides ni lo dudes, por favor.

I ₪ Caminante no hay camino.

Aquí empieza la historia de una chica, una exploradora de algo que no había visto, no sabía lo que era, ni siquiera si era bueno o malo, solo sabía que existía y que su destino era encontrarlo. Porque desde niña tenía el mismo sueño, ella encontraba algo importante, pero el sueño acababa ahí, sin saber que era, ni donde estaba, simplemente sentía el alivio y la alegría al encontrarlo.

Un día decidió no parar de buscar hasta encontrarlo, Así salió de su casa, paso tras paso, observando todo, siguiendo la brisa del viento, escuchando su susurro, por caminos nunca antes pisados... Llegó a una cueva, fría y tenebrosa, recordó su sueño, pero no era el mismo sentimiento, en su sueño tenía frío, pero no miedo, al contrario, en el sueño sentía placer. Ese no era el lugar apropiado.
Siguió andando guiándose esta vez por los pájaros, llegó a un descampado, en el que hacía demasiado calor para esconder algo.
Recordó que en su sueño sintió algo fresco y suave, algo tranquilizante, bastante... estaba agachada, empezó a observar el suelo, pero nada extraño había... ya que estaba buscó un trébol de cuatro hojas, sin resultado, incluso observó las piedras a ver si alguna le llamaba la atención, pero todo parecía normal.
Los pájaros se escondían entre los arboles, los murciélagos salían, los pies empezaban a dolerle, pero no se rendía, no podía hacerlo ahora, debía estar cerca.

Entonces, escuchó un sonido, un agradable sonido... se guió hasta llegar a el, era un río. Se refrescó los pies y las manos, el agua tocaba su piel suavemente. Sintió un placentero alivio, cerró los ojos mientras se humedecía las muñecas y la nuca, en ese momento notó algo que chocaba con su pierna, era una botella de cristal que alguien habría tirado.

Lo raro es que había un mensaje, ese mensaje era más raro aún... decía:
''Cuando estés desesperado solo escucha mi sonido.''
Era eso lo que estaba buscando, lo sabía, era como en su sueño, ya lo recordaba todo.
Ahora tenía otra duda... ¿Qué quiere decir el mensaje?

El beso.

Entre risas y llantos despertaba cada día una pequeña niña, ella parecía feliz, tenía una mirada peculiar, observaba todo lo que pasaba a su alrededor, era fácil pensar que no escuchaba a nadie, y es que es verdad, pocas veces escuchaba. Ella se metía en su mundo perfecto, se evadía y allí buscaba la felicidad, el único lugar donde la podía encontrar. 

Era solitaria, y así es como le gustaba ser. Le encantaba sacar libros de la biblioteca e irse al parque a leer alguna de esas aventuras. 

Lo que más deseaba en el mundo era ser la protagonista de una de esas historias, una de esas historias de amor que tantos cuentos invadían... deseaba ser una princesa, una de aquellas que era salvada con el beso de su amor verdadero, su príncipe azul.

Un día apareció en su vida alguien, un hombre mayor, un hombre que se sentó a su lado y le habló, le contó más cuentos y llenó su mente de más fantasías, historias de genios de lámparas, duendes y hadas...

Ella cada vez más ansiosa de llegar a vivir una de aquellas historias, imaginó que él era su duende, genio, mago o como lo queráis llamar... confió en que él sería el que le indicase el camino hacía el amor, y deseo que sus labios sean besados sin saber qué podría pasar.

Así es como el hombre le dijo que cierre los ojos, el destino le ofrecería unos labios que debía besar para alcanzar el verdadero amor, para llegar a ser la princesa de su historia. Ella hizo caso, cerró los ojos y besó sin mirar, sin oler, sin sentir... Sin disfrutar. 

Al abrir los ojos se dio cuenta de que no todo es hermoso, no todo son cuentos de hadas, también hay historias de terror, y ella había sido la inocente protagonista de una de ellas. 
Al abrir los ojos descubrió que su ''eterno amor'' no era como esperaba, era un ser malvado atormentado, repleto de pensamientos lujuriosos, matando a una inocente niña... Una niña que murió lentamente, desvirgando sus labios, envenenada por el engaño de ese genio,duende o mago malvado.

//Squeeze my hand.//