I ₪ Caminante no hay camino.

Aquí empieza la historia de una chica, una exploradora de algo que no había visto, no sabía lo que era, ni siquiera si era bueno o malo, solo sabía que existía y que su destino era encontrarlo. Porque desde niña tenía el mismo sueño, ella encontraba algo importante, pero el sueño acababa ahí, sin saber que era, ni donde estaba, simplemente sentía el alivio y la alegría al encontrarlo.

Un día decidió no parar de buscar hasta encontrarlo, Así salió de su casa, paso tras paso, observando todo, siguiendo la brisa del viento, escuchando su susurro, por caminos nunca antes pisados... Llegó a una cueva, fría y tenebrosa, recordó su sueño, pero no era el mismo sentimiento, en su sueño tenía frío, pero no miedo, al contrario, en el sueño sentía placer. Ese no era el lugar apropiado.
Siguió andando guiándose esta vez por los pájaros, llegó a un descampado, en el que hacía demasiado calor para esconder algo.
Recordó que en su sueño sintió algo fresco y suave, algo tranquilizante, bastante... estaba agachada, empezó a observar el suelo, pero nada extraño había... ya que estaba buscó un trébol de cuatro hojas, sin resultado, incluso observó las piedras a ver si alguna le llamaba la atención, pero todo parecía normal.
Los pájaros se escondían entre los arboles, los murciélagos salían, los pies empezaban a dolerle, pero no se rendía, no podía hacerlo ahora, debía estar cerca.

Entonces, escuchó un sonido, un agradable sonido... se guió hasta llegar a el, era un río. Se refrescó los pies y las manos, el agua tocaba su piel suavemente. Sintió un placentero alivio, cerró los ojos mientras se humedecía las muñecas y la nuca, en ese momento notó algo que chocaba con su pierna, era una botella de cristal que alguien habría tirado.

Lo raro es que había un mensaje, ese mensaje era más raro aún... decía:
''Cuando estés desesperado solo escucha mi sonido.''
Era eso lo que estaba buscando, lo sabía, era como en su sueño, ya lo recordaba todo.
Ahora tenía otra duda... ¿Qué quiere decir el mensaje?