22 mar 2014

La luna no está tan lejos.


Unir tus lunares con mis dedos, creando historias y amuletos, constelaciones en cada beso.

Tomar tu espalda como apoyo, mi lugar al que mirar cada vez que el infinito escondo, y así nadie podrá convertir mi mundo en escombros. Tu espalda aquel espacio que alcanzar puedo con mi mano. Con esa mancha blanca entre omóplato y vértebras cual vía láctea fuera.


Serán lunares, pero son más estrellas que satélites, ya que nunca cambian de fase. Aunque algunos aparecen, creando en ti un universo que cada día cambia en su reverso. Tú tienes luz propia, haces que cada galaxia de tu espalda brille como ninguna otra.


Déjame hundirme en tu espalda, dormir a tu lado para poder ver las estrellas, déjame ser presa de tu universo, contemplar aquel magnifico techo, alcanzarlo con las manos... y déjame decir que

ya la luna no está tan lejos. 


Tengamos el más espacial de los amores.

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